26 de octubre de 2006

Es un poco largo... (sigo en comentarios)

Carta al Director del Hospital de Clínicas de parte de un voluntario
Posiblemente, lo mejor que le pueda suceder a la comunidad de Argentina, o ya le ha sucedido antes de que naciéramos o sucederá, quizás luego de nuestra muerte.

Nadie puede tener la certeza de que los más importante de una nación ocurre cuando nosotros estamos en vida.

Tenemos la tendencia inverosímil y necesaria para nuestra salud psíquica de considerar que los acontecimientos mas importantes de la vida social de una comunidad transcurren con nosotros como espectadores o como participes en la mas gratificante de las posibilidades.-

Llegué a esta conclusión luego de aceptar dos cosas; una proveniente del campo de la especulación cósmica y teológica y, la otra de una verificación de mí mismo.

La primera de ellas es la angustia que me invadió en la hipótesis de que no hay absolutamente nada de vida en todo el resto del inmerso universo en expansión, ni la habrá como hipótesis y en ese camino de reflexión me di cuenta del valor de una sola vida humana irrepetible. Por supuesto, la hipótesis contraria era mas gratificante y menos angustiosa pero carecía del otorgamiento de ese valor desesperado a la vida. Pero, era toda una aventura emocionante.

La otra cosa que me llevo a ese convencimiento del primer párrafo, es que verifiqué que yo fracasé en la vida; por una variedad de razones motivos o excusas que, como otro resultado, no trajeron la felicidad y el confort que esperaban recibir de mis acciones y resultados mis amigos y mi familia y, contradiciendo una reflexión de mi amigo Juan Carlos, que dice que no importa lo que uno sea o tenga, sino lo que los otros crean que uno es o tiene.

Aceptado aquello he decidido dejar de competir sobre todo conmigo mismo y me dedico a cumplir con mi tarea diaria y como catarsis o salud mental, me dedico a escribir sobre algunos temas vinculados a mi profesión y trabajo y con más lo que me llega de la vida cotidiana - que de alienante tiene poco -, tratando de expresarlo de forma tal que me trae un poco de gratificación que, por supuesto, es un ingrediente egoísta en tales condiciones, como aquí y ahora.-

Y ahora, tengo casi 65 años, y cuando tenia 57 perdí mi trabajo y supe lo que es la desesperación. Busqué trabajo por más tres años y supe lo que es no dormir, llorar de dolor y rabia sentado al borde de la cama a las tres de la mañana, la angustia, el deseo de poder llegar al suicidio o a la inversa.

Entonces, en esos momentos uno se da cuenta quien lo quiere realmente a uno y a quien no le importa nada. Pero me salvó un amigo, que luego vi que era más digno que yo; el logró que a esa edad tuviera un trabajo en lo que fue toda mi vida una vocación, las comunicaciones, como técnico, como abogado especializado en el tema? ( no estudie por otros motivos derecho ) y un analista de estas cosas, ya que tuve durante muchos años formación y actividad técnica y, eso me trae problemas cuando hablo con los colegas de temas técnicos y con los técnicos cuando hablo de problemas legales, en los dos casos, sobre el mismo item : las comunicaciones. Y en esa dialéctica comprendí el discurso, (creo que así lo llaman) de los medios, de la televisión, de los diarios y revistas, de la web y todo lo demás que es útil según quien lea o escriba.-

Cuando me enfermé por esa angustiosa situación que afronté, primero me atendieron en FLENI que era bastante caro y yo tenía aún entonces una pre paga tambien cara, y terminaron de atenderme, dos años mas tarde, en el hospital de Clínicas porque ya no tenía nada para poder pagar, aunque cada vez que me atendían venían un grupo de muchachos y chicas estudiantes de medicina con el médico que me atendía y me hacían caminar, estirar las piernas, casi desnudo, mover los brazos, y otros movimientos para conocer mi situación neurológica? porque algunas veces me caigo cuando camino - y realizar intercambio de comentarios con los demás asistentes, y repetir los movimientos hasta que le dicen a uno “vístase”, cuando consideran que la clase práctica ha terminado, y me di cuenta que les era útil y, me parece muy bien.-

Ahora, dudo entre pedir ser cremado cuando muera o que mi cuerpo sea de utilidad a estudiantes de medicina, creo que me inclinaré por esto último y voy a decidirlo en términos legales, sobre todo también para evitarle a alguien que lo desee el que tenga que ir a Chacarita para poder recordarme, sobre todo en esos días de asfixiante calor que, recuerdo, yo caminaba de la mano de mi madre visitando tumbas de familiares y, mi madre terminaba cansada creyendo que hacía el bien por eso y volvía a casa a trabajar como todos los días, de todos los años de toda su vida para confirmar el “papel” que la sociedad le adjudicaba a una mujer humilde en esos años como énfasis necesario de “su” realización, idea deleznable que llegué a odiar como otras cosas.-

Por eso, estimado amigo, cuando terminé de leer un artículo sobre “La funcion de los Medios de Comunicación” y lo tan importante que es hoy la actividad de un periodista que diga la verdad aunque no diga que es lo “justo” al menos para él o para quien le paga su trabajo -, todo me pareció muy secundario y muy soportable y, me permitiré decirle el por qué pienso así.

En esos años en que sufrió más mi esposa que yo, no miré televisión por más de tres meses, o dos, creo, y me di cuenta que la televisión tiene cierta impunidad que la vuelve un poco nuestro enemigo- captura mas de uno de nuestros sentidos y puede configurar a determinada velocidad en combinación con imagen, color y audio, un mensaje devastador: la modificación esclava de nuestro carácter o personalidad o condicionar el temperamento y poder confundirnos sobre valores que creíamos asentados. En cambio la radiodifusión sonora no.

La radio, sólo captura uno solo de nuestros sentidos y nos permite reflexionar mejor, en cambio la televisión conjuga un resultado que puede percibirse como impunidad. Es así que sostengo que los más sanos y lúcidos, si pueden llegar a serlo, se dedicarán más a escuchar radio que a ver televisión, porque es el más noble de los medios, aunque no me guste determinada radio o determinado periodista, el cual generalmente trabaja en los dos lugares, para poder no fracasar y llevar un poco de felicidad a su hogar o a su querida o a un amigo, o poder comprar la voluntad o el cuerpo de alguien por un rato, aunque después todos se mueran y nadie los recuerde, como pasa hoy con el Dr. Favaloro, que, me ha dicho un médico con quien polemicé no compartiendo su opinión: “se suicidó porque no se toleraba” y eso me parece una conclusión terrible, como lo es el camino para llegar a esa certeza en carne propia.- Y, si mal no recuerdo un periodista se olvidó una carta en un cajón, cosa que ya se ha olvidado, como yo olvidé el nombre del olvidadizo.

Es entonces en esta estética en que me parece exagerado poder decir que un periodista es muy pero, muy importante, y decir que tiene o no coraje con la heladera llena, es tambien una exageración, ya que en mi caso, de no haberse vaciado la mía, quizás yo me sentiría mucho mejor y más útil y me hubiera conocido yo mismo menos y muchos que conozco estarían llamándome casi siempre con regularidad o, por mi cumpleaños o por las fiestas u otra excusa y, cuando me enfermé y caí, puse la línea control, ya que no había a quien llamar para devolver gratitudes.-

Entonces, volviendo a lo anterior, cuando comencé de nuevo a trabajar a los 60 luego de tres años y cinco meses de desocupado desesperado y fracasado, me hice voluntario en un par de lugares cerca de donde hoy trabajo y descubrí que ayudaba bien a muchos (en una conocida fundación y en la asamblea de una esquina en San Telmo), desde los 61 años hasta ahora y también descubrí que están también alli algunos que se han colado y son también canallas como ese tipo de periodista, como en casi todos lados pero, menos en el hospital de Clínicas, donde realmente soy útil y quizás yo como persona no importe en eso y ojalá lo siga siendo luego de mi muerte y me encuentro en estos días construyendo la preterintencionalidad de mi utilidad, más allá de mi vida.-

Esta idea me hace sentir mejor que cualquier otra, porque podrán con un adecuado bisturí seccionar mis ojos o me traquea y poder observar y someter a mis músculos y huesos a mediciones para desentrañar o reconstruir quien era antes yo y a la vez aprender a conocer cómo es uno por dentro del cuerpo al menos.
Y eso me parece muy útil, porque decenas de personas que estudian podrán disponer de un cadáver que no necesito pasar por la morgue para arribar a esos laboratorios; no será un occiso (la victima del homicidio) , será un voluntario el que allí llegue y, esto es mejor para todos y para mí antes del final y porque fundamentalmente me gratifica como idea en vida haciéndola mas llevadera con un poco de satisfacción y sabiendo que me estarán esperando, en el Clínicas y a ese juicio que seguro estará allí, con un jurado inapelable y unipersonal y solo le peticionaré a "El" poder volver a ver a mi madre, que nunca tuvo la heladera llena ni tiempo para sí misma y pedirle que cuando cierre mis ojos, ella venga a pasar sus manos por mi rostro y, me llegue a decir cómo realmente soy, porque podrá leer en mi alma el significado de todo ese silencio que me ha enfermado.

Juan de Dios Romero
LE 4.308.435.-
Avenida Santa Fe 2131 2do B Buenos Aires
Abogado en la Comision Nacional de Comunicaciones.-
juandediosromero@hotmail.com

1 Comments:

Blogger El Auriano said...

Sigo acá:

Esta es una de las sorpresas que te depara el Google Alerts: (los que me conocen sabrán con qué). A veces te tira referencias que ni siquiera tienen relación con la búsqueda que uno programa, y lo primero que se me viene a la mente, después de leer algo tan lúcido e inspirador, es una sana envidia cuando a uno le gusta escribir y se siente que aún en ese campo le falta mucho por aprender...

10:21 p. m.  

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