15 de mayo de 2007

Un cuentito...


Se trataba de un cuento que había oído contar una vez, sobre un niño que nació con un tornillo dorado donde debería tener el ombligo. A lo largo de veinte años consulta médicos y especialistas de todo el mundo, tratando de deshacerse del tornillo, pero sin éxito.

Por último, en Haití, un médico vudú le suministra una pócima de olor nauseabundo. Se la bebe, se echa a dormir y tiene un sueño. Se encuentra en una calle, iluminada con lámparas verdes. Siguiendo las instrucciones del hechicero, toma dos a la derecha y una a la izquierda, encuentra un árbol que crece junto a la séptima farola, del que cuelgan globos de colores. En la cuarta rama desde la copa hay un globo rojo; lo rompe y en el interior encuentra un destornillador con un mango de plástico amarillo. Con el destornillador se saca el tornillo del abdomen y repentinamente se despierta. Es por la mañana. Se mira el ombligo y el tornillo ha desaparecido. Por fin se ha levantado aquella maldición que ha durado veinte años.

Delirante de alegría salta de la cama y se le cae el culo.

Thomas Pynchon - "The Golden Screw"