8 de junio de 2007

Miércoles, 1:30 pm

Av. Libertador, tráfico raudo hacia el centro... en la puerta de la oficina, hacemos zaguán con el Jefe de Compras y mi empleado dando rienda suelta al vicio tabáquico.

En el momento que un remisero sale de la oficina para llevar una facturación, escuchamos un estruendo a nuestras espaldas de gomas contra el asfalto y plástico que se quiebra: el famoso "sandwich" entre el gilún que frenó de golpe adelante, el del medio que por venir a medio metro a 90 km/h se lo tragó, y el bobo de atrás que también venía a medio metro.

El comentario del pelado del remis fue lapidario... y desconcertante:

"¿Ven? ¡Hay que sacarles el registro a todo aquel que tenga dos brazos!

Dicho esto, ajustó el alfiler de gancho para que la manga izquierda de su buzo no flameara vacía, y se encaminó hacia su 505 con caja automática y sticker de discapacitado en el parabrisas...