27 de octubre de 2006

La Cita del Día (será que llueve...)


Aureliano Buendía era una sombra. Desde la última vez que salió a la calle a proponerle una guerra sin porvenir al coronel Gerineldo Márquez, apenas si abandonaba el taller para orinar bajo el castaño. No recibía más visitas que las del peluquero cada tres semanas. Se alimentaba de cualquier cosa que le llevaba Úrsula una vez al día, y aunque seguía fabricando pescaditos de oro con la misma pasión de antes, dejó de venderlos cuando se enteró de que la gente no los compraba como joyas sino como reliquias históricas. Había hecho en el patio una hoguera con las muñecas de Remedios, que decoraban su dormitorio desde el día de su matrimonio. La vigilante Úrsula se dio cuenta de lo que estaba haciendo su hijo, pero no pudo impedirlo.

-Tienes un corazón de piedra -le dijo.

-Esto no es asunto del corazón -dijo él-. El cuarto se está llenando de polillas.


(Gabriel García Márquez - "Cien Años de Soledad" - 1968)

1 Comments:

Blogger Mariana V. Fernández said...

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3:03 p. m.  

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